Miguel Alciro
Berroterán
…
se
pudiera decir que el CEA, sacó del
anonimato a la
Parranda de San Pedro… y
ahora es conocida en todo el mundo, con su
declaratoria como
patrimonio de la humanidad.
La Parranda de San
Pedro, tradición autóctona de Guatire y Guarenas, reunió las características necesarias
y fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 05 de
diciembre de 2013, en Bakú, capital del país asiático Azerbaiyan, en la Asamblea
Anual de la UNESCO sobre Patrimonio Inmaterial. Su historia de origen colonial,
con profundo contenido religioso, invita
a continuar ofreciendo y pagando promesas como en sus inicios, afirmando así la
fe y devoción hacia San Pedro, cuando los habitantes y practicantes de la
Parranda, se suman a ella cada 29 de junio para exaltarla, protegerla,
disfrutarla y cumplir lo prometido al santo por un milagro concedido; el
significado de la levita y pumpá como vestimenta, sus colores, el uso de las
alpargatas, y los cantos improvisados, reflejan la condición social de los
esclavos protagonistas de su nacimiento hace más de 200 años. Todo esto la hace mágica para que este
patrimonio municipal y estadal, se convierta en bien de interés mundial.
Pocas veces los
sueños se materializan; se dice que los sueños son una imaginación de deseos imposibles de lograr, una fantasía, en fin algo difícil, cosas que
se anhelan… y si esto es cierto, puedo afirmar que muchos soñamos que la
Parranda de San Pedro sería reconocida por el mundo. Si historia es ampliamente
conocida, son muchos los años transcurridos desde inicio, permitiendo
distinguir distintos momentos: antes y después de Justo “Pico” Tovar; líder
sanpedreño que mantuvo viva la Parranda durante una etapa histórica del país,
logrando superar los obstáculos de la dictadura caída en el año 1958, donde las
reuniones en grupos era casi imposible; la segunda etapa, antes y después del
CEA, esta institución cultural fundada el 14 de septiembre de 1959, recibe en
los años sesenta para continúa con la tradición que no contaba con una
organización adecuada, más bien era motivo de preocupación para los cultores de
la época, quienes veían desaparecer a la Parranda de San Pedro de Guatire.
El profesor Juan
Francisco Blanco, dice lo siguiente en un artículo publicado en el Diario La Voz,:
“...Esa
manifestación cultural del pueblo para que no desapareciera con la muerte de
“Pico”, uno de sus creadores, un grupo de cinco personas nos constituimos en
comisión y por espacio de unos cuatro años mantuvimos la vigencia de la
manifestación, pero llegó el momento que por razones de conductas irregulares
de algunos de los integrantes, la comisión por unanimidad decidimos adjudicarle
al CEA, la responsabilidad y custodia de la ejecución de esa manifestación
folklórica que hoy es un Patrimonio Cultural del Estado...”
El CEA, teniendo a la
cabeza a su fundador y Coordinador General el profesor Francisco Mujica
(+), asume el reto. Pedro Aristiguieta
Flores (Pedrito Flores) (+), incorpora a un grupo de muchachos que él mismo
formó con ensayos en la vieja “Casa Cuna” ayudado por Lucía “Colora” Pinto, y
los incorpora en la Parranda
del CEA. Con responsables y claros conocimientos, se comienza a notar el avance
de la agrupación, incorporándose cada vez más, una cantidad importante de
personas que deseaban ser Sanpedreños, unos jóvenes y otros no tan jóvenes. Se
consolida la Parranda
y la masa de gente cada año, crecía para acompañarla los 29 de junio, se
pudiera decir que el CEA, sacó del anonimato a la Parranda de San Pedro… y
ahora es conocida en todo el mundo, con su declaratoria como patrimonio de la
humanidad.
En la actualidad,
existen cinco Organizaciones que vienen asumiendo la responsabilidad de cubrir
una programación y ruta sanpedreña; muchos de ellos formados de la Escuela
ceista, y la Parranda de San Pedro de Guarenas, que mantiene firme en la
capital del Municipio Plaza.
Esta tradición, identidad cultural de los
municipios Zamora y Plaza, ahora identidad cultural de Venezuela, deberá
cumplir con un plan de salvaguardia; es responsabilidad de todos, mantenerla,
cuidarla, protegerla, y evitar que se desvirtúe; pues, obtener la declaratoria
es significadamente difícil, pero perderla es sumamente fácil, todo depende del
respeto y responsabilidad que asumamos en su práctica y desarrollo.
Por años, más de dos
siglos, quizás siglo 19, no hay precisión; la historia de la Parranda de San
Pedro, se viene narrando en forma oral, de generación en generación, de boca en
boca. No hay quien deje de comentar que desde pequeño ha escuchado decir que
una esclava llamada María Ignacia, que tenía una hija Rosa Ignacia enferma, le
pide a San Pedro que la sane y que ella a cambio bailaría y cantaría cada 29 de
junio como pago de promesa. También sabemos que su marido o esposo, a solicitud
de ella, se viste con su ropa y así continuar cumpliendo con lo ofrecido a su
santo, por el milagro concedido. Esta historia se maneja tanto en Guarenas como
en Guatire y por siempre ha sido así, a pesar del tiempo transcurrido desde la
época colonial, momento cuando se supone surgió la especial historia que nos
ocupa.
Significa que los
testimonios narrados y conocidos, no fueron escritos por relatores con
vivencias de aquella etapa de la historia venezolana, los relatos se mantienen
gracias al registro del pasado confiado a la memoria y la transmisión oral entre las generaciones. De ahí el
cuidado que se debe tener para no cambiar su génesis.
Contentos todos, los
sanpedreños. promeseros y seguidores; representados por las Parrandas de San
Pedro de Guatire del CEA “Andrés Eloy Blanco”, 23 de enero, Valle de Pacairigua,
Fundación, Barrio Arriba y la Parranda de San Pedro de Guarenas; celebran este
reconocimiento internacional, diligencias hechas por la Fundación Centro de la
Diversidad Cultural, presidida por el profesor Benito Irady, individuo de
amplia trayectoria en la investigación de las tradiciones de nuestra tierra, y
rodeado de un extraordinario equipo de trabajo, que respetuosa y
responsablemente, con la anuencia y participación de cada Parranda de San
Pedro, miembros todos de la Red de Patrimonios Culturales del Estado Miranda; redactaron
el expediente y se encargaron de todo lo requerido para que la postulación ante
la UNESCO, se hiciera realidad. El Estado venezolano, con la capacidad que le
otorga el Derecho Internacional y la Constitución de la República, para
relacionarse en la Comunidad Internacional, es el único encargado de celebrar
convenciones y firmar acuerdos internacionales en esta materia, por medio de
los organismos oficiales autorizados por el ejecutivo nacional para tal efecto,
es así como el Centro de la Diversidad Cultural, llega a ser el
responsable de las distinciones
mundiales obtenidas y las pendientes por declarar. En el año 2012, fueron
declaradas las Diablas de Venezuela y un año después, sucedió la Declaratoria
como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de la Parranda de San Pedro de
Guatire y Guarenas.