jueves, 9 de octubre de 2014

Parranda de San Pedro Patrimonio Inmaterial de la Humanidad



Miguel Alciro Berroterán

se pudiera decir que el CEA, sacó del
anonimato a la Parranda de San Pedro… y
 ahora es conocida en todo el mundo, con su
declaratoria como patrimonio de la humanidad.

La Parranda de San Pedro, tradición autóctona de Guatire y Guarenas, reunió las características necesarias y fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el 05 de diciembre de 2013, en Bakú, capital del país asiático Azerbaiyan, en la Asamblea Anual de la UNESCO sobre Patrimonio Inmaterial. Su historia de origen colonial, con profundo contenido  religioso, invita a continuar ofreciendo y pagando promesas como en sus inicios, afirmando así la fe y devoción hacia San Pedro, cuando los habitantes y practicantes de la Parranda, se suman a ella cada 29 de junio para exaltarla, protegerla, disfrutarla y cumplir lo prometido al santo por un milagro concedido; el significado de la levita y pumpá como vestimenta, sus colores, el uso de las alpargatas, y los cantos improvisados, reflejan la condición social de los esclavos protagonistas de su nacimiento hace más de 200 años.  Todo esto la hace mágica para que este patrimonio municipal y estadal, se convierta en bien de interés mundial.

Pocas veces los sueños se materializan; se dice que los sueños son una imaginación  de deseos imposibles de lograr,  una fantasía, en fin algo difícil, cosas que se anhelan… y si esto es cierto, puedo afirmar que muchos soñamos que la Parranda de San Pedro sería reconocida por el mundo. Si historia es ampliamente conocida, son muchos los años transcurridos desde inicio, permitiendo distinguir distintos momentos: antes y después de Justo “Pico” Tovar; líder sanpedreño que mantuvo viva la Parranda durante una etapa histórica del país, logrando superar los obstáculos de la dictadura caída en el año 1958, donde las reuniones en grupos era casi imposible; la segunda etapa, antes y después del CEA, esta institución cultural fundada el 14 de septiembre de 1959, recibe en los años sesenta para continúa con la tradición que no contaba con una organización adecuada, más bien era motivo de preocupación para los cultores de la época, quienes veían desaparecer a la Parranda de San Pedro de Guatire.

El profesor Juan Francisco Blanco, dice lo siguiente en un artículo publicado en el Diario La Voz,: 


“...Esa manifestación cultural del pueblo para que no desapareciera con la muerte de “Pico”, uno de sus creadores, un grupo de cinco personas nos constituimos en comisión y por espacio de unos cuatro años mantuvimos la vigencia de la manifestación, pero llegó el momento que por razones de conductas irregulares de algunos de los integrantes, la comisión por unanimidad decidimos adjudicarle al CEA, la responsabilidad y custodia de la ejecución de esa manifestación folklórica que hoy es un Patrimonio Cultural del Estado...”

El CEA, teniendo a la cabeza a su fundador y Coordinador General el profesor Francisco Mujica (+),  asume el reto. Pedro Aristiguieta Flores (Pedrito Flores) (+), incorpora a un grupo de muchachos que él mismo formó con ensayos en la vieja “Casa Cuna” ayudado por Lucía “Colora” Pinto, y los incorpora en la Parranda del CEA. Con responsables y claros conocimientos, se comienza a notar el avance de la agrupación, incorporándose cada vez más, una cantidad importante de personas que deseaban ser Sanpedreños, unos jóvenes y otros no tan jóvenes. Se consolida la Parranda y la masa de gente cada año, crecía para acompañarla los 29 de junio, se pudiera decir que el CEA, sacó del anonimato a la Parranda de San Pedro… y ahora es conocida en todo el mundo, con su declaratoria como patrimonio de la humanidad.
En la actualidad, existen cinco Organizaciones que vienen asumiendo la responsabilidad de cubrir una programación y ruta sanpedreña; muchos de ellos formados de la Escuela ceista, y la Parranda de San Pedro de Guarenas, que mantiene firme en la capital del Municipio Plaza.

  Esta tradición, identidad cultural de los municipios Zamora y Plaza, ahora identidad cultural de Venezuela, deberá cumplir con un plan de salvaguardia; es responsabilidad de todos, mantenerla, cuidarla, protegerla, y evitar que se desvirtúe; pues, obtener la declaratoria es significadamente difícil, pero perderla es sumamente fácil, todo depende del respeto y responsabilidad que asumamos en su práctica y desarrollo.

Por años, más de dos siglos, quizás siglo 19, no hay precisión; la historia de la Parranda de San Pedro, se viene narrando en forma oral, de generación en generación, de boca en boca. No hay quien deje de comentar que desde pequeño ha escuchado decir que una esclava llamada María Ignacia, que tenía una hija Rosa Ignacia enferma, le pide a San Pedro que la sane y que ella a cambio bailaría y cantaría cada 29 de junio como pago de promesa. También sabemos que su marido o esposo, a solicitud de ella, se viste con su ropa y así continuar cumpliendo con lo ofrecido a su santo, por el milagro concedido. Esta historia se maneja tanto en Guarenas como en Guatire y por siempre ha sido así, a pesar del tiempo transcurrido desde la época colonial, momento cuando se supone surgió la especial historia que nos ocupa.
Significa que los testimonios narrados y conocidos, no fueron escritos por relatores con vivencias de aquella etapa de la historia venezolana, los relatos se mantienen gracias al registro del pasado confiado a la memoria y la transmisión oral entre las generaciones. De ahí el cuidado que se debe tener para no cambiar su génesis.

Contentos todos, los sanpedreños. promeseros y seguidores; representados por las Parrandas de San Pedro de Guatire del CEA “Andrés Eloy Blanco”, 23 de enero, Valle de Pacairigua, Fundación, Barrio Arriba y la Parranda de San Pedro de Guarenas; celebran este reconocimiento internacional, diligencias hechas por la Fundación Centro de la Diversidad Cultural, presidida por el profesor Benito Irady, individuo de amplia trayectoria en la investigación de las tradiciones de nuestra tierra, y rodeado de un extraordinario equipo de trabajo, que respetuosa y responsablemente, con la anuencia y participación de cada Parranda de San Pedro, miembros todos de la Red de Patrimonios Culturales del Estado Miranda; redactaron el expediente y se encargaron de todo lo requerido para que la postulación ante la UNESCO, se hiciera realidad. El Estado venezolano, con la capacidad que le otorga el Derecho Internacional y la Constitución de la República, para relacionarse en la Comunidad Internacional, es el único encargado de celebrar convenciones y firmar acuerdos internacionales en esta materia, por medio de los organismos oficiales autorizados por el ejecutivo nacional para tal efecto, es así como el Centro de la Diversidad Cultural, llega a ser el responsable  de las distinciones mundiales obtenidas y las pendientes por declarar. En el año 2012, fueron declaradas las Diablas de Venezuela y un año después, sucedió la Declaratoria como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de la Parranda de San Pedro de Guatire y Guarenas.

Reconocimiento a un héroe nacional Homenaje al Dr. Eugenio P. De Bellard



En diciembre de 1949 se podía leer en la Revista de Educación y Cultura año I- 1949 Nº 1 que “En días pasados, El Ejecutivo del Estado Miranda se trasladó a la Escuela Rural “Dr. De Bellard” de Guatire con el objeto de descubrir el retrato de este culto y altruista médico, cuya vida ha sido consagrada a hacer el bien y practicar la filantropía. Entre sus obras meritorias merecen mencionarse la donación al Estado Miranda de una de sus posesiones agrícolas de Guatire, en la cual ha establecido una Escuela Rural de tipo completo. La donación consiste de doce hectáreas de terrenos cultivables, más un amplio edificio en el cual funciona la Escuela mencionada. Durante la ceremonia del homenaje, el plantel de dicho establecimiento de enseñanza llevó a cabo brillantes actos ante los funcionarios presentes, encabezados por el Teniente Coronel. Julio César Vargas, Gobernador del Estado Miranda; el Dr. Oscar Colmenares Pacheco, Secretario General de Gobierno y el Dr. Eduardo Risquez, Director de Educación. También se encontraban presentes, el Excmo. Señor Embajador del Brasil, Dr. Luís Gerónimo  Pietri, elementos representativos de la sociedad de Guatire y un grupo de distinguidas damas, entre quienes nos complace mencionar  a la Señora Mercedes Pietri Ibarra, distinguida esposa del homenajeado. Debemos hacer mención especial al maestro Luis Marcano Hernández, Director de la Escuela, de la Señora Carmen Victoria López, actual supervisora de Comedores Escolares y de su hijo Joaquín Pérez López, quienes se esmeraron en dar mayor realce al homenaje con sus múltiples atenciones. El Dr. De Bellard pronunció en esta ocasión un elocuente y sentido discurso que publicamos a continuación:

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. EUGENIO P. DE BELLARD, CON MOTIVO DEL HOMENAJE QUE LE RINDIERA EL EJECUTIVO DEL ESTADO MIRANDA A CASI OCHO AÑOS DE LA DONACIÓN QUE HIZO DE SUS PROPIEDADES EN GUATIRE.

Ciudadano Gobernador del Estado Miranda y demás Miembros del Ejecutivo.
Señoras,  Señores:

Me faltan palabras con que expresaros mi agradecimiento por el alto honor que me dispensáis al ofrendarme este homenaje, que acepto emocionado pero con espíritu de humildad, pues lo debo únicamente a vuestra generosidad y gentileza.

Eran los días sombríos de los primeros años de la última Guerra Mundial, con sus múltiples restricciones al comercio, y sus precios máximos fijados en el extranjero para nuestros productos agrícolas de exportación. Se deprimían muchas industrias, se acentuaba el desempleo, y las clases pobres sufrían en silencio la escasez creciente, debatiéndose en una atmósfera de incertidumbres y de malestar económico.

En mis visitas frecuentes a Guatire por aquella época, para recorrer mis propiedades en este pueblo pude palpar de cerca las necesidades ingentes de numerosas familias humildes; abundaban las que carecían de un hogar propio por falta de un lote de terreno donde construirlo. Guatire era ya una urbe activa, de gran movimiento comercial, pero topográficamente aparecía como enclavada estrechamente en las laderas de agrestes colinas; no poseía ejidos ni terrenos municipales que pudiesen ser cedidos a los pobres para construir sus viviendas, ni tenía espacios disponibles para recreo, deportes y ejercicios al aire libre, tan necesarios para el desarrollo físico normal de la niñez y juventud. Cuando jugaban Base Ball lo hacían en terrenos de mi propiedad. Yo tuve la impresión entonces de que en Guatire las condiciones de vida de un considerable sector del pueblo menesteroso eran difíciles. La población crecía con ritmo acelerado, pero estaba enmarcada dentro de límites demasiado estrecho para su vigor y pujanza, y la expansión del perímetro del pueblo estaba prácticamente vedado por los linderos de propiedades particulares. Las mías eran inexorablemente invadidas por pobres gentes que no tenían donde vivir. Y decidí contribuir hasta el límite de mis posibilidades ya que no a remediar, por lo menos a mitigar tan penosa situación.

No soy rico; vivo de mi trabajo profesional cotidiano, y la donación que hice entonces de todas mis propiedades situadas aquí fue simplemente un gesto espontáneo, natural y lógico: a ello me impulsó mi gran amor por  Venezuela, mi Patria adoptiva y mi comprensión de los problemas que afectan y complican la vida dura, a veces dolorosa, de las clases humildes del pueblo venezolano. Esas propiedades eran muy interesantes para mi, pero me rodeaban mil compatriotas que las necesitaban más que yo.
Y fue así como, hace casi ocho años pude experimentar el placer y la íntima satisfacción de ver reunidas aquí en este mismo sitio, un gran número de familias guatireñas de la clase humilde que venían a recibir cada una de ellas de manos de mi esposa una escritura, un título de propiedad debidamente legalizado, que las hacía dueñas y propietarias de un lote de terreno dentro de los límites de la ciudad, para construir allí su vivienda. Además, también los niños y los jóvenes adquirieron terrenos para sus campos de deportes.

Las cien familias así favorecidas se elevaban con todo lo que ello implica para el espíritu. El sentirse dueño absoluto de un pedazo de tierra, de su casa, por sencilla que sea, rodeada quizás de un pequeño jardín o huerta imparte al hombre una gran fuerza moral y confianza en sí mismo, que se traduce en creciente energía para el trabajo, ambición de surgir y prosperar, de ahorrar y acumular más bienes, y contribuye poderosamente a la estabilidad del hogar y afianzamiento de los lazos familiares: el propietario rural se transforma en un verdadero ciudadano, en una célula activa, dinámica y constructiva en la vida de la nación. La demagogia y las doctrinas malsanas que incitan al irrespeto, al desorden, a la anarquía y a la violencia no prosperan entre un conglomerado de ciudadanos dignificados por el trabajo, y estimulado por la posesión de bienes reales.

La agricultura y la cría constituyen la base fundamental de la prosperidad sólida y permanente de todos los países. Cuando, dentro de un número indeterminado de años, haya sido extraído de las entrañas de nuestro suelo el último barril de petróleo, se acabará esa riqueza fácil y efímera que la suerte nos deparó, y deberemos entonces  volver de nuevo los ojos hacia la madre tierra, la dulce tierra que tenemos ahora en tan triste olvido y abandono.

Pero es el caso que Venezuela necesita ahora mismo, urgentemente, de agricultores, muchos agricultores, pero no del tipo ignorante y rutinario del pasado, sino de hombres inteligentes, científicamente instruidos y entrenados en las diversas faenas del campo, que utilicen métodos modernos y apropiados para obtener el mayor rendimiento, y así abaratar la producción y bajar el alto costo de la vida en toda la República.

Venezuela necesita también de artesanos, de muchos artesanos que se incorporen al ritmo creciente y febril del país, en el ramo de construcciones y en la fabricación de los infinitos que exige la vida moderna, para libertarnos siquiera en parte del enorme tributo que pagamos al manufacturero extranjero. Hay trabajo y altos salarios para todos en Venezuela; es decir, para todos los que estén debidamente preparados.

Estas consideraciones me sugirieron la idea de dedicar esta hermosa casona colonial, y las doce hectáreas de terreno cultivable que la rodean a la fundación de una Escuela Rural. Igualmente hice donación al Ministerio de Educación de los terrenos necesarios para otra Escuela Rural en la población de Tacarigua de Mamporal, en el Estado Miranda, donde funciona actualmente con marcado éxito.

Porque es el tipo de Escuela  Rural completa, ideado por el Ministerio de Educación, el que mejor llena las exigencias de nuestro medio. En ella aprenden los hijos de los campesinos y agricultores, no sólo los conocimientos elementales imprescindibles de una educación liberal, sino que se adiestran en la agricultura, en los métodos científicos de cría y en la práctica de las diversas artes, preparándolos para una vida independiente y útil para el conglomerado social.

Y es con honda satisfacción y complacencia que observo que la semilla plantada aquí hace ocho años ha germinado, y va dando ya óptimos frutos bajo la égida de un Gobierno Estadal benévolo, sabio, patriótico y progresista. El Comandante Julio César Vargas, Gobernador del Estado Miranda, merece bien de la Patria. Y los Maestro y Profesores que han actuado en este plantel son dignos de la misión sagrada que se les confió, y acreedores a nuestro aplauso. Venezuela espera que la juventud mirandina que se educa en estos claustros, se muestre digna de los esfuerzos que se realizan para prepararlos debidamente para sus funciones  sociales y ciudadanas en el Porvenir.

 29 de Octubre de 1949.

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR. EDUARDO RISQUEZ, DIRECTOR DE EDUCACIÓN DEL ESTADO MIRANDA, CON MOTIVO DEL HOMENAJE QUE LE RINDIERA EL EJECUTIVO DEL ESTADO AL DR. EUGENIO P. DE BELLARD POR LA DONACIÓN QUE HIZO DE SUS PROPIEDADES EN GUATIRE.

Señoras,  Señores:

Veintinueve de octubre de 1949, esta fecha vale porque tiene un sentido constructivo para el Gobierno de la Junta Militar que ha tenido por norma reconocer los méritos a los ciudadanos que se hacen acreedores a ello, para el Ejecutivo del Estado Miranda y para los que congregados en este hermoso lugar se unen a estos para con la devoción del deber que así lo impone rendir homenaje de honda emoción  al Dr. Eugenio P. De Bellard. Acto justiciero que anotamos hoy en el lugar de la gran deuda contraída con tan ilustre personalidad. Tal la inauguración de su retrato en la Escuela que lleva su nombre.

Su tipo no es el de los hombres corrientes; de esos que pasan indiferentes ante el dolor humano, que todo lo miran a través del principio pecuniario, encarcelando su única y gran ambición dentro de los límites estrechos de un círculo metálico y por ello hemos de recordarle méritos superiores, pues desde que Norte América arribara a esta tierra, donde uniera sus destinos a la distinguida dama venezolana, Mercedes Pietri Ibarra, quien con una definida personalidad ha sido inteligente y asidua colaboradora, ha trabajado fervorosamente en el ejercicio fecundo de su profesión médica, tanto en la ciudad donde su nombre tiene puesto de altura, ya que fue fundador en Caracas del Capítulo Venezolano de la Sociedad Internacional de Cirugía  y pertenece a todas las agrupaciones científicas, como en las provincias, a favor de la gente humilde. Así lo encontramos por el año 1922 a 1926 en el Estado Trujillo. Bien hablan por él de manera elocuente “Los Anales del Hospital de Nuestra Señora de la Paz” en Valera, al cual dedicó la mayor parte de sus energías, ya que fue su fundador. Su consulta diaria gratuita para la gente pobre era concurridísima por enfermos de todos los Estados Andinos. Además practicó exitosamente operaciones de alta cirugía. De aquí que el Dr. Chuecos en la conmemoración del 25 aniversario de la fundación de tan importante Instituto calificara de  “brillante”  la actuación del Dr. De Bellard.

En uno de sus números la Revista Biliken al referirse a la obra fundamental humana y de bastas dimensiones sociales del Dr. De Bellard, apunta:

“estamos seguros que muy pocos venezolanos saben de los gestos altruistas con que el Dr. De Bellard, Norte Americano residenciado en Venezuela hace 35 años ha querido testimoniar a nuestra tierra su profundo cariño, su verdadera penetración en nuestra vida ciudadana. Habiendo obtenido con su profesión en nuestro País una fortuna regular, pensó devolver a él un poco de agradecimiento y así de sus posesiones de Guatire, Estado Miranda, el 29 de enero de 1942 hizo donación a CIEN familias pobres de un lote de terreno ubicado dentro de los límites de la misma ciudad, para que ellas fabricaran sus propias viviendas. Este gesto del Dr. De Bellard por las más ingentes necesidades de nuestras clases pobres, bastaría por si sólo para definir ante la opinión pública su verdadera filiación humana. Socialista integral de hecho, no de palabra. Gestos como el que acabamos de reseñar honran a un hombre. Y no se contenta sólo con haber donado sus terrenos a los pobres de Guatire sino que proporciona a cada uno su título de propiedad sin que los agraciados tuviesen que pagar ni un céntimo por ningún concepto.  Los barrios de Caja de Agua y Vallenilla se levantan hoy día en terrenos que fueron propiedad del Dr. De Bellard. Más no termina allí la obra de bienestar para el pueblo de Guatire, sino que dona a la Municipalidad una hermosa Casona Colonial rodeada de doce hectáreas de terrenos cultivables para la fundación de una Escuela Rural de tipo Completo”.

En realidad esta Escuela no venía llenando la finalidad para lo cual fue creada y es ello  lo que se ha propuesto el Gobierno que preside el Comandante Vargas, darle su función sustancial y vital,  que en esencia responda a una idealidad que sintetice los anhelos y aspiraciones de este pueblo laborioso, para servir la gran causa de la cultura específica de nuestro medio rural. Que la Escuela “Dr. De Bellard” sea modelo de Escuelas, que en ella aprendan los niños a leer y a escribir, adquieran la práctica de las buenas costumbres y los conocimientos técnicos para el cultivo racional de la tierra y el desarrollo de las industrias derivadas de la agricultura. Los campos nuestros son fecundos para toda siembra buena, así como el alma del niño venezolano es propicia para toda siembra de ideales elevados. Sea pues la nueva orientación de esta escuela, el mejor homenaje de un Gobierno progresista y de un pueblo agradecido para el Dr. De Bellard.

Muchas gracias.
29 de octubre de 1949.


El árbol emblemático de Guatire



Entre los más curativos del  mundo
Árbol Indio Desnudo de Guatire

Los árboles más antiguos
Hay árboles que son casi tan antiguos que la humanidad, de hecho los poco que quedan están al borde de la extinción por la injerencia humana y aun así no dejan de ser impresionantes, tal es el caso del árbol vivo más antiguo sobre la tierra. Es un pino nombrado por la figura bíblica Matusalén que según vivió hasta los 969 años, está situado en las montañas del White Mountains, California, cerca de Nevada,  un cálculo de su edad basado sobre un estudio de los anillos en su tronco afirma que tiene 4.765 años de edad, este árbol ya tenía un siglo cuando se construyó la primera pirámide en Egipto. También en la tierra de Abarkooh, Irán, existe un ciprés muy antiguo: tiene 4000 años de edad, es posiblemente el árbol más antiguo del medio oriente.  Su altura es de 25 metros, y tiene una circunferencia de 11,5 metros.  Además supimos de un tejo que está situado en la aldea de Llangernyw, en Gales.  Tiene entre 3.000 y 4.000 años, lo que significa que echó raíces en la Edad de Bronce,  su edad estimada está ciertamente en los miles de años.   Hay un árbol llamado El alerce nativo a los bosques al sur de Chile, este ejemplar majestuoso fue descubierto en la cordillera de Chile, en 1993.  Según un estudio de sus anillos, tiene 3.620 años con una altura de 57.5m.

Los árboles más grandes
Puede encontrarse en Grecia  un olivo antiguo ubicado sobre la isla griega de Creta.  Estiman su edad a más de 3000 años. El tronco tiene una circunferencia de 12.5 metros,  y un diámetro de  4.6 metros. En Japón se encuentra el JōmonSugi, una conífera que tiene una edad estimada de entre 2000 y 7000 años.  Es el árbol japonés más grande, con una altura de 25 metros. Pero un árbol realmente impresionante es la Secuoya nombrada General Sherman, este árbol está en el Parque    Nacional de Secuoya de California, tiene la altura de un edificio de 27 pisos, o 83.8 metros.  También es considerado el árbol más grande por volumen del mundo.  Le han puesto hasta 2700 años de edad. La circunferencia de este  árbol en el  suelo es de 31.3 metros.  Su tronco tiene un peso de 1.385 toneladas.  Esto es  lo que pesarían 19.000 personas. Pero hay un árbol llamado Te MatuaNgahere está en el bosque Waipoua, Nueva Zelanda.  Al tener 16m de circunferencia, es el más ancho de Nueva Zelanda.  Se le ponen más o menos 2000 años, tiene una altura de 29.9 metros. Rivaliza con las secuoyas de California respecto al  diámetro de su tronco. Por último supimos que en Italia se encuentra el castaño de los cien caballos ubicado en la montaña Etna, Sicilia, y es el castaño más antiguo del mundo.  Se cree que tiene entre 2000 y 4000 años.Recientemente murió el famoso árbol “El senador” un ciprés que se encontraba en el parque Big Tree de Florida, EE.UU., con unos 38 metros de alto y 3.500 años de edad;  fue sido víctima de un fuego provocado que lo ha destruido.

Los árboles de Venezuela
En el país se ha asignado un árbol emblemático para cada estado venezolano; resultando que podremos mencionar en correspondiente según este sitial: a Amazonas le corresponde el Caucho, Anzoátegui Cereipo o Guatamare, Apure Merecure, Aragua Samán, Barinas Cedro, Bolívar Sarrapia, Carabobo Camoruco, Cojedes Apamate, Delta Amacuro Mangle rojo, Falcón Cují Yaque, Guárico Palma Llanera, Lara Semeruco, Mérida  Bucare Ceibo,Miranda Roso Blanco, Monagas Palma de Moriche, Nueva Esparta Guayacán, Portuguesa Caoba, Sucre Roble, Táchira Pino Criollo o Pino Laso,Trujillo Bucare Anauco u Reinoso ,Vargas Uva de playa ,Yaracuy Chaguaramo, Zulia Cocotero.              A cada municipio a su vez le correspondería un árbol representativo, por ello en el siguiente párrafo denotaremos el otorgado a nuestro municipio Zamora (Guatire- Araira)

Un indio desnudo y milagroso
Como Bursera simaruba (Indio Desnudo) es conocido en el mundo nuestro árbol emblemático, jiñocuabo, palo mulato, chaká o encuero -- sinónimos: B. gummifera, Pistacia simaruba) es una especie de la familia de las Burseraceae, nativa de regiones tropicales de América desde el sudeste de EE. UU. (sur de Florida), México, América Central, el Caribe, Brasil, Colombia, Venezuela.Es un árbol pequeño a mediano, de hasta 25 m de altura y de 10 a 100 cm de diámetro, con tronco cilíndrico ramificado de baja a mediana altura y copa irregular y dispersa. Las hojas son en arreglo de espiral, pinnadas con 7 a 11 folíolos, cada folíolo es ovalado ancho, de 4 a 10 cm de longitud y 2 a 5 cm de ancho. Presenta características xerófitas, por lo que crece en los climas semiáridos y de sabana de la Zona Intertropical. Su tronco y ramas tienen un notable color cobrizo cuando llegan a ser adultos, lo que explica su nombre por su parecido con el color de la piel de los indígenas. Tiene una corteza interna verde y brillante, con cloroplastos que ayudan en la fotosíntesis durante la estación seca. Es de crecimiento largo y también de vida larga. Es ideal para reforestar pendientes, aunque   estas sean muy inclinadas y en suelos muy pobres.

No es solo nuestro
Es árbol oficial de Danlíen Honduras. También se le llama jiñicuago o jiñicuao.En Nicaragua se denomina jiñocuajo o también jiñocuabo, probablemente corrupción de indiocuajo. En el norte de Nicaragua existe una ciudad llamada Jinotega. Se supone que este nombre viene del chontal y que significaría "vecinos de los jiñocuabos", pues precisamente en las montañas que rodean Jinotega este árbol es muy abundante. Además, esta planta era tenida por los indígenas como una planta medicinal, casi sagrada. En Linaca (departamento El Paraíso) se llama «indio desnudo». También jiñicuite. En Honduras se lo considera un «árbol prendón» (o sea, que fácilmente «prende» si simplemente se clava una estaca en el suelo que se utilizan para postes en cercas vivas, podando las ramas de cada año para leña o nuevos postes (prendones).En El Salvador se le conoce como palo de Jiote, es el árbol preferido para fabricar la cruz del 3 de Mayo.Según Membreño el nombre proviene del náhuatljiocuáuitl (jiotl= sarna y kuauitl= árbol) : «Es notable por su tronco enteramente liso y de color de almagre.En la región de Colima en México este árbol es conocido como Palo Mulato, Papelillo y Cuajiote. El último nombre es un vocablo de origen huatl que se compone de las raíces cuahuitl o kuauitl, que significa árbol, y jiotl, que quiere decir jiote, sarna o sarpullido, según lo define el Diccionario de Mejicanismos, de Francisco J. Santamaría. Sería, pues, árbol sarnoso, precisamente porque la cutícula de su tronco y sus ramas se desprende notablemente. En este sentido la definición de Membreñosería una inversión de los dos vocablos en náhuatl, pero que en el fondo significan lo mimo. El Salvador y Guatemala el árbol es denomina jiote.

Un indio milagroso
Este árbol se adapta muy bien a diferentes hábitats, suelos salinos o calcáreos, por eso es usado como árbol de calles en áreas costeras; y es muy tolerante a vientos, recomendado como especie resistente a huracanes en el sur de la Florida. Los extractos de hexano de sus hojas se dice que tienen propiedades antiinflamatorias. Su corteza se usa como antídoto a Metopiumtoxiferum que crece en el mismo hábitat y causa irritaciones extremas similares a la hiedra venenosa.En la cultura mayalo denominaban árbol chakáh y también lo empleaban para curar la irritación cutánea causada por el chechén (Metopiumbrownei) el cual crece casi siempre cerca del primero. Esta especie se utiliza de diferentes formas para bajar la fiebre o calentura. Se aconseja ingerir por la mañana y por la noche el cocimiento de las hojas para tratar los padecimientos del riñón. Se prescribe en forma de compresas sobre heridas. La cocción de la corteza se toma como agua de uso contra disentería, dolor de estómago, tos ferina o para acelerar la evolución del sarampión. Para este último, además, se recomienda en baños o frotaciones.Macerada con sal sirve como vomitivo. Se licúan las yemas de copal (o palo mulato) en agua cruda, se cuela y toma en ayunas como purgante. La resina fresca se usa sobre las quemaduras de chechem (Metopiumbrownei); combinada con sebo y romero (Rosmarinusofficinalis) se pone en forma de emplasto donde hay dolor por reumas.También se emplean en casos de calor en el estómago, diarrea, dolor de muelas, infección intestinal, padecimientos hepáticos, pujos, tos, males venéreos, granos, salpullido, calor de la vejiga, mal de orín, baños para después del parto, bajar de peso, eliminar coloradillas y garrapatas, contra hidropesía y veneno de víboras.

Nicolás Monardes, en el siglo XVI, relata en su obra Herbolaria de Indias que se emplea para el reumatismo, artritis, tullimiento de las articulaciones, rigidez, dolor; para numerosas enfermedades de la piel, tales como la aparición de llagas purulentas, lepra, erupciones acuosas, así como cualquier acumulación de líquido o agua en el organismo.En el siglo XX, Maximino Martínez la refiere para abscesos, como antierotálica, antidisentérica, para enfermedades venéreas, hemorragias del estómago, gastroenteritis e hidropesía.O sea que bien valdría la pena rescatar esta especie y darle el sitial de honor que se ha ganado en la historia de América, Venezuela y Guatire… Por supuesto.