domingo, 28 de agosto de 2011

Este año ajustamos los hitos

Para no perdernos en el sueño de los laureles y vivir del renombre, a veces tenemos que despojarnos de las dulces pasiones; desviar la mirada del relumbre de las marquesinas y ver desde afuera para tener la justa dimensión de las cosas; solo así se puede planificar para crecer sin traumas ante las quiméricas burbujas e incertidumbres innecesarias.

Mucho ha avanzado TereTere, premios, obras, luchas, posiciones y ejemplos, palpables e indudables avances en su proyecto comunitario; pero es hora de redefinir caminos y que, como cuando Alejandro llegó al mar, debemos, luego de once años, revisar el camino andado a ver si algo sembramos, si algún refugio dimos o si algún libro escribimos. Llevamos más de una década sobreviviendo felices de dar todo para todos, once años celebrando y jugando a la aventura de ser socialistas ancestrales, en la concepción, en la práctica y la esencia.

Este año no habrá fiesta colectiva, o sea no habrá la tradicional comelona que tanto amor de pueblo no ha traído;  este año recanalizaremos los recursos de la celebración para apuntalar la creación de nuestra imprenta propia, la ampliación de la sede y el desarrollo de nuestro proyecto editorial, porque la madurez nos pide disminuir la efusión para dar paso a la estabilidad gloriosa que te da la independencia de impresión, sí leyeron bien, libertad de impresión, este ejemplar de TereTere que hoy lee es el primero  impreso con la pequeña imprenta que la Fundación TereTere, sí, algo para celebrar, algo que nos enorgullece y que además nos asegura la permanencia e independencia de los mecanismos tradicionales de impresión comercial que tanto hacen sucumbir a los medios comunitarios. Por eso este ejemplar es ligeramente más pequeño pero mucho mayor en mérito e independencia.

Apuntamos ahora a lograr el fortalecimiento de nuestra editorial, con una capacidad de responder a la demanda de la población mirandina para el fomento de las historias locales, las tradiciones y la memoria colectiva; ampliaremos nuestra capacidad de respuesta ante el ámbito del periodismo escolar y comunal. En otras palabras, dejaremos el baile para luego porque es necesario reestructurar a tiempo para que no nos pase aquello de la liebre y la tortuga. 11 años y entramos en la pubertad social y ahora miramos más a largo plazo, hacia cambiar la casa de palma por la sólida roca antes que el lobo del tiempo sople y vuelen las briznas por el viento.

Ahora bien; esta nueva etapa requiere del concurso de todos, del apoyo y afecto de todos, pues es este el combustible que nos permite avanzar hacia la plenitud de la soberanía popular y la autodeterminación y la sostenibilidad de un proyecto que bien ha sabido entender la realidad de su tiempo, el momento histórico y su responsabilidad social. En esta edición aniversario tenemos además una partida desde la tierra misma, dedicamos su contenido a reflejar los tiempos en que la tierra estaba en manos de los latifundistas que tanto sofocaron a estos pueblos y que luego cedieron a los especuladores urbanistas para crear ciudades de caos y cemento; queremos con esta edición llamar a la reflexión para volver entender el concepto de ecología humana y salud social.

Pues le invitamos junto a nosotros a seguir surcando la patria sin dormirnos en los laureles, a vivir en la dialéctica constate que ha permitido a los grandes pueblos superarse a sí mismo para no sucumbir ante la efusión de la gloria.

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